Año Nuevo Fitness: ¿Es normal ganar peso al empezar a ir al gimnasio?
El final del año es un período en el que muchos deciden embarcarse en un viaje saludable para alcanzar sus metas establecidas al principio del año.
Sin embargo, cuando comienzas a entrenar en el gimnasio, es común encontrarse con un aumento en el peso corporal, lo que puede generar dudas, preocupaciones y desánimo.
Hemos reunido este contenido para aclarar los cambios biológicos que ocurren cuando comienzas a hacer ejercicio y brindar consejos para asegurarte de que estás en el camino correcto para alcanzar tus objetivos.
¿Por qué ganamos peso cuando empezamos a ir al gimnasio?
Cuando comienzas una rutina de ejercicio, tu cuerpo experimenta varias adaptaciones. Un fenómeno común es ganar masa muscular. Dado que los músculos son más densos y pesados que la grasa, este aumento a menudo resulta en un mayor peso corporal.
Además, es común la retención de líquidos, especialmente si estás haciendo ejercicios que causan microlesiones musculares. Estas lesiones pueden llevar a la inflamación y, en consecuencia, a la retención de líquidos en los músculos afectados.
También ocurren cambios en la dieta y el apetito en respuesta al aumento de la actividad física. Es posible que te sientas más hambriento y, si no tienes cuidado, podrías terminar consumiendo calorías adicionales que contrarresten el déficit calórico necesario para la pérdida de peso.
¿Cómo comenzar a ir al gimnasio sin correr el riesgo de lesionarse?
Antes de comenzar, haz una evaluación física con un profesional para entender tu estado físico y limitaciones. Además, aquí tienes más consejos que marcarán la diferencia en tu vida:
Instrucción profesional
Busca la orientación de un entrenador profesional para aprender la forma correcta de realizar los ejercicios y desarrollar un plan de entrenamiento adecuado.
Comienza despacio
Empieza con una intensidad baja a moderada y aumenta gradualmente a medida que progreses.
Calentamiento y enfriamiento
Siempre realiza un calentamiento adecuado antes y un enfriamiento después de cada sesión de entrenamiento.
Descanso
Permite que tus músculos descansen entre los entrenamientos para favorecer la recuperación.
Hidratación y nutrición
Mantente bien hidratado y sigue una dieta equilibrada.
Equipo adecuado
Utiliza ropa y calzado apropiados, y asegúrate de que el equipo del gimnasio esté en buenas condiciones.
Escucha a tu cuerpo
Si sientes dolor (sin confundirlo con la molestia normal del entrenamiento), detente y descansa o ajusta tu entrenamiento.
Consistencia
Mantén una rutina constante, pero sé paciente con tu progreso.
¿Qué esperar después de algunos meses de entrenar en el gimnasio?
Después de varios meses de entrenamiento constante, puedes esperar ver mejoras en tu estado físico, fuerza y composición corporal. Aquí tienes una progresión probable:
Entre 0 y 3 meses:
En esta fase inicial, tu cuerpo se está adaptando a la nueva rutina de ejercicio. Puedes notar un aumento en la fuerza muscular y tal vez un ligero aumento en el peso debido a la ganancia de masa muscular y la retención de líquidos.
Es esencial mantener una dieta equilibrada y continuar con tu práctica para comenzar a ver cambios en la composición corporal.
Entre 3 y 6 meses:
Con el entrenamiento continuo, es probable que comiences a notar cambios más visibles en tu composición corporal. La ganancia muscular continuará, pero ahora también puedes comenzar a ver una reducción en la grasa corporal.
Tu fuerza y resistencia seguirán mejorando, y los ejercicios que antes eran desafiantes ahora pueden sentirse más fáciles.
Entre 6 y 9 meses:
Después de seis a nueve meses de entrenamiento constante, los cambios en la composición corporal serán más evidentes. La reducción de grasa y el aumento de masa muscular serán más aparentes, y muchas personas estarán alcanzando sus primeros objetivos de fitness en este momento.
Además, tu fuerza, resistencia y rendimiento general en el entrenamiento deben haber mejorado significativamente.
Entre 9 y 12 meses:
A medida que te acercas al año de entrenamiento, tu cuerpo se habrá ajustado considerablemente a la rutina de ejercicio. Serás más fuerte, más en forma y tendrás una mejor comprensión de tus capacidades.
Este es un buen momento para reevaluar tus objetivos de fitness y quizás establecer nuevos desafíos para el próximo año.
Recuerda que cada cuerpo responde de manera diferente al ejercicio y el progreso puede variar. Es importante seguir desafiándote a ti mismo, mantener una dieta saludable y consultar a profesionales de la salud para asegurarte de que estás en el camino correcto para alcanzar tus objetivos a largo plazo.
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