No te detengas, ¡sólo es otoño!

El otoño debe ser un calentamiento para el invierno, no una razón para abandonar la actividad física. Las temperaturas bajarán, pero tu cuerpo debería estar en llamas, calentado por la determinación y lleno de energía.

Lo cierto es que basta con una bajada de temperatura para que esa pereza nos afecte. El estado de ánimo tiende a bajar, pero debemos estar atentos y aprovechar el momento para estar a la altura. El proyecto del verano -el que implica lucir un cuerpo sano y en forma- comienza en otoño.

Aunque varios estudios indican que la mejor época para perder peso es durante las estaciones frías del año, todavía hay muchas personas que no aprovechan esta época. Es en este periodo cuando el metabolismo se acelera más debido a los cambios fisiológicos, ya que el cuerpo siente más necesidad de energía, porque la grasa corporal se utiliza para mantener la temperatura del cuerpo entre 36 y 37ºC, y también proporcionar energía para mantenerse activo.

¿FÓRMULA MÁGICA? ENTRENAMIENTO Y DIETA

Es normal sentir más hambre para mantener el cuerpo caliente. Si comemos más en este periodo, no debemos desanimarnos y seguir con nuestros entrenamientos, paseos y actividad física que nos aporta placer y beneficia al organismo en su conjunto. La falta de ejercicio se traduce en una mayor acumulación de grasa corporal y esto, tarde o temprano, se notará en la báscula.

El frío también puede desencadenar la depresión en algunas personas. Esto ocurre debido a la disminución de la producción de serotonina, el neurotransmisor que promueve la sensación de bienestar en el cuerpo. La válvula de escape, en lugar de ser la práctica de actividad física, emigra a la cocina y se encuentra en los placeres de cocinar con alimentos ricos en grasa y pobres en valor nutricional. Falta de ejercicio físico + dieta desequilibrada = acumulación de grasa localizada.

EL CUERPO NECESITA ESTAR EN MOVIMIENTO

Una de las ventajas de hacer actividad física en los días fríos es que ofrece menos riesgos para la salud. Además, tiende a hacer que el corazón sea menos vulnerable a la aparición de enfermedades crónicas no transmisibles. Sin embargo, es necesario prestar atención al horario; lo recomendable es elegir periodos del día en los que el calor de los rayos del sol pueda llegar y estimular los músculos, pero eso no significa la necesidad de entrenar al mediodía.

La preocupación por realizar una actividad física cuando hace frío está relacionada con las situaciones de hipotermia, es decir, la pérdida excesiva de calor. Por eso el consejo es comprobar las condiciones meteorológicas y elegir la ropa adecuada que ofrezca protección y comodidad, sin exagerar, porque cuando el cuerpo se sofoca acaba eliminando el exceso de sales minerales, lo que no es nada saludable.

Con las condiciones adecuadas y la ropa ideal, el siguiente paso es calentar a fondo. La finalidad de los estiramientos es preparar el cuerpo para la práctica de la actividad física y ayudar a prevenir posibles lesiones.

NO SOBREALIMENTAR 

Aunque con el frío tengamos esas ganas locas de comer sopas, cremas, fondues, chocolate caliente y dulces, es necesario mantener el control y las normas de una dieta saludable. El consejo es el mismo, ya sea otoño o primavera, invierno o verano: evitar el consumo excesivo de alimentos ricos en grasas y calorías.

Sigue siendo importante realizar las tres comidas principales -desayuno, comida y cena-, así como los tentempiés intermedios en horarios predeterminados y con combinaciones adecuadas de alimentos según las necesidades de cada uno. Nada de comer frente al televisor, ni usar el móvil, ni saltarse las comidas. 

En cuanto a la elección de los platos, si la opción es la sopa, el consejo es «hazlo tú mismo». Elige verduras, carnes ligeras, hortalizas, condimentos no industrializados y no te pases con la pasta, las patatas y el arroz. La dieta debe tener fibras que aporten saciedad y carne baja en grasas.

Aunque beber agua no parezca atractivo, es esencial para mantener el cuerpo hidratado. El agua es salud y no se puede olvidar. El cuerpo también necesita frutas, que son alimentos ricos en vitaminas y antioxidantes. Las verduras y legumbres tampoco pueden quedar fuera del menú y para dejar el plato más apetecible en el frío ¿qué tal si se apuesta por ensaladas templadas, guisadas y con especias picantes?

¿SUPLEMENTO EN EL FRÍO? ¡POR SUPUESTO QUE SÍ!

Uno de los suplementos que está indicado el consumo en la época fría del año es la Proteína de Suero de Leche, porque es ideal para producir anticuerpos. Y los anticuerpos son lo que todo el mundo necesita para prevenir la aparición de enfermedades típicas de las bajas temperaturas. La suplementación con proteína de suero de leche se absorbe rápidamente y se digiere con facilidad, un factor que ayuda a garantizar el mantenimiento óptimo de las proteínas en el organismo.

Combinar la práctica de ejercicio físico con la regularidad, la dieta equilibrada, la suplementación y la fuerza de voluntad es una «fórmula mágica» que ayuda a mantener el peso ideal en las estaciones más frías del año y potencia la ganancia de masa muscular.

Ahora que has terminado de leer este artículo, se acabó el vagar por Internet y el estar tirado en el sofá. Hagamos ejercicio, cuidemos nuestra salud y dejemos de lado el frío.

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